martes, 3 de diciembre de 2013

"Habrir" o "abrir", ¡qué dilema!


Respecto al nivel de ortografía actual, creo que hay que tomar algún tipo de medida. El problema es poner a todo el mundo de acuerdo sobre cómo valorar las faltas de ortografía, puesto que nos podemos encontrar gente que opina que algunas son inexcusables y otras no. Hay que tener cuidado con las medidas drásticas: a veces sale el tiro por la culata. Suspender directamente a un alumno por una falta flagrante me parece demasiado. Eso sí, tampoco tengo la clave para crear una norma universal.

Sí difiero en ser más estrictos con los alumnos de letras y más laxos con los de ciencias. El uso correcto de la lengua (tanto a nivel ortográfico como semántico) debe ser exigible a todo el mundo, sobre todo a las personas que desempeñan un cargo público o que estén de cara al público.

No creo en la idea propuesta por ciertos alumnos sobre evaluar lo que pone y no cómo lo pone, porque para eso están los correctores… cuando se usan. No será la primera vez que encuentro faltas de ortografía en artículos de periódicos digitales, que claramente no son revisados por el corrector ortográfico digital de turno, y menos aún por alguna persona, puesto que muchas veces el software no es capaz de detectar ciertos fallos, como las tildes en las preguntas, puesto que si para el software la frase tiene sentido, no indica los posibles errores.

Desde luego en lo que no estoy de acuerdo es en que sólo tengan que tomar medidas los profesores de Lengua. Creo que es una cosa de todos, y si un profesor tiene que suspender a un alumno por faltas de ortografía en matemáticas, adelante. De hecho es lo más coherente, si tenemos en cuenta que ahora se pretende que todo sea transversal, que desde matemáticas se aborde el arte o el conocimiento del medio. ¿Por qué no introducir también Lengua en el mismo saco?

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